viernes, 7 de febrero de 2020

TERF es un insulto machista

El feminismo pone en jaque al Sistema porque el capitalismo se sostiene gracias al trabajo no remunerado de cuidados que ejercen la mitad de la población: Las mujeres. 
El proletario del proletariado, nos llamaba Flora Tristán. El capitalismo no puede consentir que las feministas erradiquemos el sexismo con el que el patriarcado, el mayor aliado del capitalismo, reparte los espacios en la sociedad entre hombres y mujeres, o se les acabaría el chollo. 
Por eso, últimamente las creadoras de opinión del Sistema, los medios de comunicación de masas, hablan de una división en el feminismo, en el que nos clasifican entre buenas feministas y malas feministas; y las malas somos, por supuesto, las feministas radicales: las que identificamos el #sexo como el atributo en el que basan esa división en castas. Una separación que interiorizamos desde que nacemos, a través del #género impuesto, masculino para hombres y femenino para mujeres: A nosotras nos visten de rosa, nos agujerean las orejas (como al ganado de su propiedad) y nos regalan muñecas bebés y cocinitas para que vayamos aprendiendo a cuidar; y barbies, con muchos modelitos, y bellas princesas dulces y sumisas, como referente de la adulta a la que hay que aspirar. 
Y así crecemos, creyéndonos educadas en igualdad, pero predestinadas, por haber nacido mujer (y no por sentirnos mujer). 

Crecemos, creyendo también que elegimos en libertad. JA. "No hay esclava más fiel que la que se cree libre". Las radfem aplaudimos cualquier disidencia de género (queer). No puede ser de otra manera cuando nuestro objetivo final es abolirlo. No estamos en contra de las personas trans, como pretenden haceros creer para que nos enviéis a la lista negra de seres crueles. Nosotras mejor que nadie entendemos el sufrimiento, la discriminación y la violencia que genera el género impuesto. Pero lo que no podemos es aceptar la llamada "Teoría Queer" que pretende naturalizar el sexismo hablando de cerebros sexuados (una falsedad que la ciencia ha demostrado empíricamente) deconstruyendo el género, pero para imponerlo al fin y al cabo.
TERF, SWERF, son los nuevos insultos machistas para intentar deshumanizar a las feministas radicales y deslegitimar nuestras reivindicaciones ante la opinión pública (ya con el de feminazi lo intentaron y no lo consiguieron) ante la amenaza de la cuarta ola. Como los barcos se hunden mejor desde dentro, su estrategia es apoderarse del sujeto político de nuestra lucha. Y lo están consiguiendo con la trampa de la interseccionalidad, pero una interseccionalidad también de deconstruida, que acepta como feminista una teoría ¡y su contraria! Un despropósito posmodernista, una broma de mal gusto, un mal chiste que no tiene ni putera gracia. Y sino, juzgad vosotras mismas, en el siguiente enlace os dejo una recopilación de "feminismo transactivista" ➡️ TERF es un insulto

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